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La problemática de los cruceros en Barcelona

  • Júlia Corbinos
  • 28 abr 2018
  • 2 Min. de lectura

El Puerto de Barcelona empezó a operar con los inicios de la historia, pasando por los griegos y romanos, las dos Grandes Guerras, la Guerra Civil y el mundo globalizado e interconectado. Barcelona con sus grandes figuras del arte y como ciudad modernista atrae cada año a millones de turistas que se dejan caer por la gran ciudad.

Según datos ofrecidos por el Puerto de Barcelona, durante el 2017 hubo un tráfico total de pasajeros de 4.136.999; teniendo en cuenta que la población registrada en 2017 de la ciudad es de 1.620.809, según datos del Idescat. El impacto que tiene el turismo es incontable, pero nos vamos a centrar solo en el impacto medioambiental para la ciudad.

Barcelona se ha convertido en el primero puerto de cruceros de Europa y el cuarto a nivel mundial. Con la llegada del mayor crucero jamás construido – Harmony of the seas – desencadena una serie de protestas por partes de grupos ecologistas sobre el impacto ambiental de la ciudad flotante (el crucero es capaz de acoger a 9.000 cruceristas).

El combustible que usan las embarcaciones de gran envergadura es el fuel oil, mucho más contaminante que el diésel y que se vende a precios muy baratos en comparación. Los grandes barcos, mientras están atracados en el puerto, mantienen su quema de combustibles para suministrar la energía necesaria para su correcto funcionamiento, esta práctica provoca grandes cantidades de polución en el aire y en el ecosistema marino.

Durante el 2016, el puerto de Barcelona pidió mejorar la regulación de emisión de partículas contaminantes para reducir el impacto medioambiental. La dirección del puerto apuesta por las bonificaciones hasta el 40% -actualmente se encuentra hasta el 5%- en las tasas a los vehículos que cumplan con los valores ambientales.

Las patronales de los grandes cruceros que tienen parada en el puerto de Barcelona aseguran que sólo el 16% de las emisiones en el puerto son de los cruceros y es el menor porcentaje, mientras que, por ejemplo, los portacontenedores representan el

22%.

Diversas asociaciones ecologistas, como es el caso de la Plataforma per la Qualitat del Aire pide una reforma ambiental para mejorar la contaminación y reducir los efectos de ésta sobre el ecosistema.

A pesar de los intentos de las entidades ecologista y vecinos, lo cierto es que el sector turístico necesita la llegada de cruceros al Puerto de Barcelona. Para este 2018, se prevén más de 800 parones de cruceros en la capital.

Crucero Royal Caribbean / Wikipedia

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